Teletrabajo: adaptación y mejora del lugar de trabajo en tiempos de crisis
Imaginemos una crisis que obliga a las organizaciones y sus empleados a cambiar su forma de trabajar, prácticamente de la noche a la mañana. A pesar de la incertidumbre y los temores iniciales, el tiempo ha dado una respuesta clara a la pregunta de si esta nueva forma de trabajar puede ser un modelo a largo plazo.
Parafraseando al villano mas famoso de Marvel, ¿es acaso el teletrabajo… inevitable? Hablando con lideres de muchos de nuestros clientes, vemos una clara tendencia a que esto sea así, pero descubrimos nuevos temores y barreras para las cuales, las organizaciones tienen que estar preparadas. Como observa un ejecutivo con el que hablamos “nuestro equipo senior se reúne dos veces a la semana 30 minutos. Es increíblemente productivo, tenemos los datos y la información necesaria, tomamos las decisiones y nos vamos”.
Este tipo de comentarios, mucho mas comunes de lo que podíamos imaginar, contienen un subtexto que puede ser un reconocimiento de una insatisfacción previa. En un modelo offline, las organizaciones son más burocráticas, demasiado lentas, inflexibles y, a menudo, mas centradas en las ganancias que en las personas.
La pandemia y el impacto económico resultante ha dañado el entramado empresarial de forma que las organizaciones se ven obligadas a cambiar su inercia en este momento, movilizándose para abordar la amenaza inmediata asumiendo desafíos para ellos abstractos, como son la tecnología digital, la automatización de tareas y la inteligencia artificial. Nuevas mentalidades y formas de trabajar están sobre la mesa de todos los responsables siendo prioritarias.
¿Se convertirán las nuevas mentalidades en comportamientos que se mantengan en el tiempo? No lo sabemos. ¿Es necesario una pandemia para que las organizaciones se centren en un cambio que realmente era inevitable? Demasiado pronto para saberlo. Aun así, como expresa otro líder con el que hablamos, “hemos sido productivos con este nuevo modelo de trabajo, no podemos echarnos atrás ahora”.
Trabajo presencial, trabajo virtual o modelo mixto
Las normas organizacionales que sustentan la cultura y la forma de trabajar de las empresas, así como los patrones de comportamiento e interacción que ayudan a generar la cohesión social, son factores para tener muy en cuenta durante una transición significativa hacia el trabajo virtual. Las empresas deberán de estar alerta y preparadas para no erosionar a largo plazo la confianza y el compromiso de los empleados, que ayuda a que el lugar de trabajo no sea donde, sino como.
Muchas empresas están planteando una combinación de remoto e in situ. Un modelo virtual hibrido. Este nuevo modelo promete mayor productividad, menores costos, mas flexibilidad individual y mejores experiencias de los empleados. Si bien estos beneficios potenciales son sustanciales, mezclar el teletrabajo y el físico puede ser mucho más difícil de lo que parece, a pesar de su “éxito” en la pandemia. Si no se eligen las herramientas adecuadas ya que, en la práctica, es difícil alcanzar uno de esos beneficios en plenitud sin considerar su efecto en los demás.
Para enfrentar todos los retos que la pandemia pone en el camino, las empresas deben diseñar una estrategia que desarrolle tanto las capacidades digitales como las habilidades sociales de los empleados, evaluando su adaptabilidad y resiliencia en la transición al nuevo modelo de lugar de trabajo, lo que se traduce en una curva de aprendizaje.
El panorama del aprendizaje ha cambiado de manera que fomentara la enseñanza de nuevas habilidades de los empleados donde quiera que se encuentren, enfocándolos a un trabajo totalmente virtual. Esta transformación permitirá mayor flexibilidad, y redundará en una mayor eficacia del trabajo.