Tecnologías blockchain para la administración pública en un mundo VUCA
En el último año, hemos podido experimentar lo que supone vivir en un mundo global y conectado en todos los sentidos. La pandemia generada por el virus SARS-CoV-2 y la enfermedad COVID-19, ha supuesto un auténtico reto para las empresas y la prestación de servicios. Hemos tenido que reinventarnos y pisar el acelerador de la innovación para alcanzar una nueva velocidad de crucero que nos permita adaptarnos a un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo. La teoría nos dice que para poder subsistir en un mundo VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad de condiciones) necesitamos contar con determinadas aptitudes como son la visión, el entendimiento, la claridad y la agilidad en la gestión de recursos y procesos, pero en la práctica algunas de esas aptitudes chocan con la realidad. Aún nos queda un largo camino por recorrer, donde tenemos que empezar a construir unos cimientos sólidos que nos permitan avanzar en la dirección correcta.
Desde Izertis sabemos que, para contar con servicios públicos digitales de calidad, tenemos que apostar por poner en marcha uno de los habilitadores digitales que nos va a permitir avanzar como sociedad de la información y las comunicaciones en un mundo digital e hiperconectado, ese habilitador son las Tecnologías de Registro Distribuido DLT (o DTL, del inglés Distributed Ledger Technology) / Blockchain.
En la iniciativa privada, se están produciendo muchos avances y cada vez son más los casos en los que la utilización de estas tecnologías se está convirtiendo en productos que suponen un cambio radical en la forma de prestar servicios. Los cambios que se producen en cada sector son tan profundos que es necesario cambiar sus modelos de negocio, su mano de obra, sus canales de distribución, sus socios clave, su competencia, flujo de ingresos y su marketing. En definitivas, blockchain nos invita a repensar la forma en la que prestamos servicios y, sobre todo, a darnos cuenta de que lo más importante no es ser capaces de ser competitivos como empresas de forma individual, sino que debemos aunar fuerzas de forma conjunta e impulsar todo el ecosistema para que nos permita crecer y competir a todos juntos tanto en un ámbito nacional como internacional.
Con esta breve reflexión, sólo quiero situaros en la misma página en la que trabajamos en Izertis. En nuestra experiencia en los distintos proyectos en los que hemos podido participar y liderar se repite siempre la misma constante blockchain es ecosistema, tenemos claro que sin ecosistema no hay éxito.
Teniendo siempre esta reflexión presente, creemos que ha llegado el momento de dar el siguiente paso. Es el momento de la Administración Pública, es el momento de empezar a fomentar los ecosistemas públicos abiertos donde la información sea segura, inmutable, trazable, transparente y esté disponible para construir servicios de calidad.
Con el uso de tecnologías DLT en la Administración Pública podemos ayudar a las organizaciones a aprovechar esos nuevos modelos de negocio, a acelerar su capacidad para innovar y, sobre todo, a rentabilizar el uso de los datos que ya están disponibles, creando infraestructuras públicas mucho más eficientes que de verdad atiendan a las necesidades de las personas y organizaciones, garantizando su seguridad y, lo más importante, un crecimiento económico sostenible en el tiempo que permita construir una Administración Pública más eficiente y ágil.
¿Y si la contratación pública, la gestión financiera y el cumplimiento normativo estuvieran gestionados íntegramente con tecnología DLT/Blockchain?
La gestión tradicional de estos procesos es compleja, además tiene una alta dependencia del papel y de muchos intermediarios que pueden cometer errores y facilitar el fraude. Si utilizásemos blockchain para su administración, probablemente no necesitaríamos de toda la burocracia tradicional necesaria para su gestión, pudiendo redimensionar los recursos y simplificar enormemente los trámites para los ciudadanos. Además, mejoraríamos la atención a la ciudadanía, ya que los nodos distribuidos trabajan 24/7 prestando servicio sin descanso a sus necesidades. Por otra parte, las auditorías se realizarían en cada operación, ya que dispondríamos de una trazabilidad transparente de cada uno de los procesos, sus participantes y sus operaciones, permitiéndonos tomar decisiones sobre certezas y datos en tiempo real.
¿Y si además los ciudadanos dispusieran de una auto identidad soberana y distribuida o Self-Sovereign Identity (SSI)?
Con las tecnologías de registro distribuido podemos utilizar la red blockchain para certificar nuestra identidad y nuestra pertenencia a la misma, sin necesidad de que exista un tercero que certifique que nosotros somos realmente quienes somos. Esto sucede por ejemplo con nuestro DNI. Es el estado quien emite el documento y certifica que realmente nosotros somos quienes somos. En una red blockchain en la que utilicemos un sistema SSI podemos conocer en todo momento, qué datos y quien es capaz de acceder a ellos, derivando el control de los mismos al propio ciudadano, es decir, todo lo contrario, a lo que sucede actualmente con plataformas centralizadas, donde el usuario no tiene mucho control sobre quien tiene sus datos y que uso se hace de los mismos.
¿Qué posibilidades tendría esta tecnología en la Administración Pública?
Por ejemplo, no sería necesario que ningún intermediario validase las transacciones de propiedad o que verificase identidades. Elementos como los títulos de propiedad, las matriculaciones de vehículos, registro de bienes, patentes, licencias comerciales, etc., podrían ejecutarse en un Smart Contract en la red blockchain donde las identidades no necesitan ser verificadas por ningún intermediario humano. Todo esto liberaría a la ciudadanía de la necesidad de utilizar personas que precisamente intermedian en estos procesos como son los notarios, abogados, gestores, etc. Tampoco necesitaríamos desplazarnos a ninguna sede gubernamental para certificar que las gestiones y transacciones que estamos haciendo son legales. Con el consecuente ahorro que supondría para nosotros en desplazamientos y demás situaciones derivadas de estos procesos burocráticos y administrativos.
Actualmente, nuestro equipo de Blockchain trabaja junto con Endesa y distintos ayuntamientos en el proyecto CONFIA, donde estamos poniendo en práctica un caso de uso que nos permite utilizar esta tecnología para ayudar a los más desfavorecidos. Un claro ejemplo de cómo, con una correcta identificación de un caso de uso y un ecosistema adecuado, podemos implementar soluciones tremendamente útiles para las Administraciones Públicas.
En definitiva, queremos trasladaros el gran abanico de oportunidades que nos brindan las tecnologías de registro distribuido en la administración pública. Se trata de una carrera de fondo en la que debemos comenzar a prepararnos y habilitar servicios públicos desintermediados, que faciliten la vida a la ciudadanía y nos permitan ser mucho más competitivos, eficientes y transparentes como sociedad en un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo.